En estos años de práctica he aprendido que cada postura de yoga es un viaje único. Cada postura te brinda la oportunidad de profundizar tu conexión entre cuerpo y mente. Es un espacio nuevo para que conozcas tu cuerpo, hasta donde lo puedes llevar y las barreras que tienes por romper.
Aprender una postura nueva me enseña tanto, lo que más me han enseñado es paciencia. Me han enseñado que con práctica y constancia puedo lograr lo que me proponga.
Posturas nuevas me ayudan a callar la mente y estar más presente, sintiendo cada partesita de mi cuerpo en esta nueva postura. Me ha enseñado a conquistar mis miedos e inseguridades.
Aprender posturas nuevas para mí se vuelve un reto constante conmigo misma, retar mi cuerpo y retar mi mente. Nunca deja de sorprenderme hasta donde soy capaz de llegar. Lograr una postura que he trabajado por bastante tiempo me da ese feeling como de accomplishment, es un logro cada una de ellas.
Cada cuerpo es único, cada postura se siente y se ve diferente en cada cuerpo. La postura que es mi reto más grande puede ser muy sencillo para ti que me lees y viceversa. Esta es una de las cositas que más me enamoran del yoga día a día, me encanta entender cuáles son esas posturas que son un reto muy grande para otrxs.
Cuéntame cuál es tu postura favorita, la que más te ha costado lograr y alguna que se veía imposible y la verdad la lograste bastante más rápido de lo que esperabas.